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La historia de Salvador Allende es una historia triste. Pero sobre todo es la historia de un precursor que se adelantó 30 años a su tiempo. Es la historia del primero que planteó una revolución democrática, la "vía chilena al socialismo". Y también es la historia de como el sistema, las grandes corporaciones, los militares y las grandes potencias mundiales conspiran para derrotar a los pueblos. Pero los pueblos no son derrotados facilmente.

Creo que una de las imágenes más potentes de Allende es saber que durante ese 11 de septiembre los golpistas usaron todas las armas a sus disposición para derrotarlo: con tanquetas, fusiles y sobretodo un bombardeo aéreo. Toda esa maquinaría para derrotar a un hombre armado con un fusil y con la voluntad del pueblo. Y a pesar de la evidente disparidad de fuerzas Allende no fue derrotado. Allende se fue cuando el quiso. Quizás sabía que aún no era el momento. 30 años después su ejemplo se repite en Sudamérica y el resguarda la entrada a La Moneda.

¡Viva Chile!

¡Viva el pueblo!

¡Vivan los trabajadores!