A veces uno toma decisiones de vida que son producto de una profunda reflexión y análisis. Otras veces, las cosas simplemente se dan y van cayendo por su propio peso. En mi caso más resultado me han dado las últimas jaja, como cuando decidí estudiar sociología. Claro, fue algo que estuvo en mi cabeza durante dos años, y muchas conversaciones con diversas personas a lo largo de ese tiempo llevaron a que me animara a cambiarme de carrera (originalmente entre a la universidad queriendo ser periodista). Pero la decisión de cambiarme la tomé en un instante. Simplemente me desperté un día y fui a la oficina y pedí la solicitud. Luego me preocupé por los cursos extras que tenía que llevar y ese tipo de cosas.

Pero bueno, una de esas decisiones que simplemente llegó fue la de ser peatón. Yo saqué mi brevete apenas pude (al cumplir los 18 años) e incluso tuve la facilidad de que me regalaron un auto. Y al principió, si, me gusto bastante y trataba de usarlo lo más que podía. Pero con el tiempo, los costos y el estrés que me generaba manejar en esta caótica ciudad hicieron que lo dejara completamente.

Sin embargo, esa decisión causada por una inicial incomodidad ha empezado a fortalecerse por cuestiones ecológicas y políticas. El sistema capitalista actual es un sistema parasitario, consumiendo continuamente recursos de la Tierra y generando desechos que no son adecuadamente, valga la redundancia, desechados. Es un modelo insostenible en el largo, y ya se empieza a hacer evidente, en el corto plazo. En ese sentido, es un deber ético, moral y político, cambiar ese modelo por uno que sea sostenible, y quizás sea necesario empezar por una reducción extrema del consumo de energía.

Para mi me queda claro entonces que manejar un auto es contribuir, aunque sea mínimamente, con la destrucción generada por ese sistema capitalista parasitario bajo el que vivimos. Y ese sistema es inherentemente parasitario en tanto busca un perpetuo crecimiento. En ese sentido, caminaré. Y seré un usuario más del transporte público. Quizás mi contribución sea mínima, pero mejor que sea mínima o nula. Ya saben camaradas, es momento de empezar a caminar.